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Artículo científico

La biblioteca en la sociedad del conocimiento

The library in the knowledge society

Luis Antonio Tobar Quintero

Maestría en Estudios de Cultura Centroamericana

Universidad de El Salvador

luis[email protected]

https://orcid.org/0000-0002-3620-6989

Recibido 14/12/2023

Aceptado 20/05/2024

Publicado 25/07/2024

Referencia del artículo

Tobar Quintero, L. A. (2024). La biblioteca en la sociedad del conocimiento. Revista Guatemalteca de Cultura, 4(2), 105–121. https://doi.org/10.46954/revistaguatecultura.v4i2.54

Resumen

PROBLEMA: la influencia de las tecnologías de la comunicación en el almacenamiento de la información, los procesos de enseñanza aprendizaje y su incidencia en la investigación. OBJETIVO: analizar la evolución de la biblioteca como almacenamiento de información, hasta llegar a la sociedad del conocimiento y la alfabetización informacional, como un nuevo paradigma tecnológico y su relación con los procesos de investigación mediante la utilización de las tecnologías de la información y la comunicación. MÉTODO: la investigación fue de tipo cualitativa, aplicando la técnica de investigación documental, ya que se consultaron las siguientes fuentes: libros, artículos, capítulos de libros y bases de datos. RESULTADOS: el desarrollo tecnológico facilito los procesos de almacenamiento de información y la creación de programas para automatizar la búsqueda de las fuentes bibliográficas. CONCLUSIÓN: la tecnología brinda grandes aportes a la generación de información por medio de diversas herramientas, como el correo electrónico, plataformas virtuales, catálogos en línea, bases de datos y repositorios institucionales.

Palabras clave: biblioteca, sociedad del conocimiento, alfabetización informacional, información, investigación

Abstract

PROBLEM: the influence of communication technologies on information storage, teaching-learning processes and their impact on research. OBJECTIVE: analyze the evolution of the library as information storage, until reaching the knowledge society and information literacy, as a new technological paradigm and its relationship with research processes through the use of information technologies. and communication. METHOD: the research was qualitative, applying the documentary research technique, since the following sources were consulted: books, articles, book chapters and databases. RESULTS: technological development facilitated information storage processes and the creation of programs to automate the search for bibliographic sources. CONCLUSION: technology provided great contributions to the generation of information through various tools, such as email, virtual platforms, online catalogs, databases, and institutional repositories.

Keywords: library, knowledge society, information literacy, information, investigation

Introducción

El uso de las tecnologías de la información en las bibliotecas, ha sido un desafió de la sociedad del conocimiento, en los países desarrollados desde principios de la década del sesenta se ha comenzado a automatizar el sistema de préstamos y otros servicios bibliotecarios. En el caso de América Latina y el Caribe, este proceso ha sido implementado desde la década de los noventa, aunque no de forma homogénea en todos los países.

Algunas de las dificultades, identificadas en la región, tiene relación con el uso de los softwares y las plataformas virtuales, lo cual ha requerido la inversión de los gobiernos y ello ha generado dificultades. Sin embargo, a partir del siglo XXI, los avances en materia tecnológica han obligado a los gobiernos a adquirir dichos recursos para mejorar los servicios bibliotecarios en la educación, entre ellos: compra de computadoras, adquisición de bases de datos, programas para el sistema de préstamo en linea, etc.

Así pues, la década de los sesenta significó un antes y después para el ser humano, ya que significó el cambio de paradigma a nivel de cambios tecnológicos. Esta nueva etapa se le conoció en palabras de Touraine (1973) y Bell (1976) como la sociedad postindustrial, en la cual ya no era importante la creación de grandes maquinarias, sino la oferta de servicios relacionados a la producción de la información.

Si desde la antigüedad, el ser humano se preocupó por dejar registros del pensamiento, mediante la construcción de las bibliotecas con grandes cantidades de documentos, la revolución tecnológica iniciada en los sesenta, se basaba en la digitalización de la información en aparatos como la computadora.

Por ello, el objetivo del artículo es analizar la evolución de la biblioteca como almacenamiento de información, hasta llegar a la sociedad del conocimiento y la alfabetización informacional, como un nuevo paradigma tecnológico y su relación con los procesos de investigación mediante la utilización de las tecnologías de la información y la comunicación.

Estos cambios producidos con mayor ímpetu desde la década de los noventa, han generado una explosión de información con el aparecimiento de internet, lo cual demanda dentro de la biblioteca y los sistemas educativos el uso de la tecnología, con la creación de softwares, catálogos en línea, bases de datos, plataformas virtuales, computadoras, etc.

Materiales y métodos

La investigación se realizó aplicando un enfoque cualitativo, utilizando la técnica de investigación documental, ya que se consultaron las siguientes fuentes: libros, artículos, capítulos de libros y bases de datos.

Resultados y discusión

La biblioteca como almacenamiento de información en el tiempo

El surgimiento de la biblioteca en la antigüedad, no puede desligarse del archivo, ya que esta apareció por motivos contables. Los primeros bibliotecarios fueron sacerdotes y el resguardo de los archivos fue el templo (Escolar, 1990). en un primer momento todo el material de las bibliotecas surgió de forma oral, ya que no se había inventado la escritura.

Desde la antigüedad, el ser humano se preocupó por dejar constancia del ambiente que lo rodeaba y comenzó a escribir sobre las costumbres y las prácticas religiosas del momento y las resguardaba en el templo. Con el aparecimiento de la escritura perfeccionó los materiales y los grabo en tablas de arcilla, Casson (2003) expresa:

Los sumerios perfeccionaron un estilo de escritura adaptado a aquel material, consistente básicamente en formas simples, a base únicamente de cuñas y líneas, que podían hendirse fácilmente en la arcilla blanda mediante un punzón o estilete de madera; los estudiosos la han llamado cuneiforme, porque su sello distintivo son las cunas. (p. 16)

Con el tiempo las bibliotecas fueron evolucionando a tal grado de poder acumular escritos de personas importantes, como lo fueron los filósofos y poetas griegos. Este avance se les debe a los egipcios quienes comenzaron a producir fuertes cantidades de papel, el cual lo exportaban para otras regiones. La primera gran biblioteca, descubierta fue la Biblioteca de Ebla situada al sur de Alepo, cerca del puerto de Ugarit, la cual albergaba unos 4000 documentos.

La otra gran biblioteca descubierta en la antigüedad, fue la de Asurbanipal creada por los asirios, la cual resguardaba el Poema de Gilgamés. El avance de estas civilizaciones, propició como se dijo, el invento del papel por los egipcios y los primeros antecedentes del libro moderno. Esto fue posible con la escritura realizada en papiros por medio de fragmentos. Así pues, Peralta (2013) expresa:

Los egipcios poseían las llamadas Casas de los Libros (archivos administrativos) y Casas de la Vida (lugar en donde los escribas se capacitaban en sus funciones de copistas), instituciones en donde se destacaban la escritura jeroglífica realizada en hojas compuestas de papiro. (p. 7)

Sin embargo y pese a todos estos avances, la mejor biblioteca de la antigüedad, fue la de Alejandría, donde se resguardaban buena cantidad de documentos con una diversidad de conocimiento muy amplia. Casson (2003) plantea como uno de los grandes desafíos de esta, la organización de todo el material existente sobre todo porque buena cantidad de ellos, estaba escrita en lengua egipcia.

La persona puesta en la dirección de la misma, fue Zenódoto quien tenía amplia experiencia tratando con este tipo de materiales. Para ello, se necesitó un personal especializado como: clasificadores, verificadores, oficinistas, asistentes, copistas y restauradores. Las principales áreas que se trabajaron fueron: literatura y lengua, principalmente la griega, anexando estudios de gramática, lexicografía y algunos diccionarios.

Buena parte de los materiales organizados en dicha Biblioteca, provenían del mundo griego y las colecciones organizadas por sus sabios, entre ellos: Aristóteles, Homero, Sócrates, Hipócrates, Heródoto, etc., quienes poseían buena cantidad de escritos en sus bibliotecas privadas. Con el declive de la sociedad griega, en Roma se continua con la ampliación de las bibliotecas, entre ellas las de tipo privadas, a partir del siglo I d.C.

Asimismo, se fundaron bibliotecas públicas muy parecidas a las anteriores, las cuales albergaban buena cantidad de materiales provenientes de los griegos y agregando los latinos. Escolar (1990) expone:

Así se explica que las bibliotecas públicas que se construyeron después en Roma se inspiraran en la de Pergamo. Situadas junto a un templo, constaban de una sala para depósito y un pórtico para leer, paseando, en voz alta, todo adornado con pinturas y bustos de escritores célebres. Por lo que se refiere al contenido, estaban divididas en dos secciones, a veces con edificios diferentes, destinadas respectivamente a los libros latinos y a los griegos. (p. 94)

Fue en Roma donde a petición del emperador, se creó el primer director de bibliotecas, quien era el encargado de coordinador todo el sistema de bibliotecas públicas. De igual forma, no se le presto tanta importancia a la organización de las mismas, ni a la jerarquización de los libros, clasificación, etc. Con la llegada del cristianismo a la ciudad, el emperador Constantino emitió lo que se conoció como el edicto de Milán en el año 313, el cual le devolvía los privilegios a los cristianos y se declaraba la libertad de culto.

La biblioteca se mezcla con libros religiosos en su mayoría, debido a la expansión del cristianismo. Tanto las comunidades monásticas como los sacerdotes poseían textos relacionados a interpretaciones teológicas del momento, dicha situación cambiaria con la llegada del renacimiento, cuando el mundo cultural vuelve a retomar su resplandor.

El aparecimiento de las universidades jugo un papel importante, al expandir el nivel de lectores fuera de los temas teológicos, que comienzan a enriquecer el conocimiento de forma explosiva por medio de repositorios públicos. La revolución de la imprenta, permite reproducir todo tipo de libros y la alfabetización se expande a toda la sociedad. Hasta acá se puede concluir, el valioso aporte de la biblioteca, retomando las palabras de Rojas (1998) al decir:

Uno de esos acontecimientos –de gran importancia para la humanidad- es la aparición del libro como soporte material y ente de comunicación de ideas: su reproducción se masificó y se crearon diferentes tipos de documentos en correspondencia con diferentes objetivos, propósitos o necesidades de los autores o del público al que se dirigían. (p. 8)

Con la aparición del libro y el desarrollo de una cultura, fuera de la esfera teológica, las bibliotecas adquirieron una dimensión educativa a partir de los siglos XVIII y XIX, cuando se comienzan a consolidar las primeras bibliotecas públicas (Fernández, 2000). Esto nos lleva a la siguiente pregunta ¿Cómo aparecieron las bibliotecas en América Latina?

Pues como consecuencia de la dominación española, la historia del libro y de las bibliotecas, se relaciona con elementos teológicos, debido a la evangelización de parte de varias órdenes religiosas, cuyos líderes intelectuales fueron los jesuitas. Así se fundan bibliotecas en Argentina, México, Guatemala, Perú, etc.

Para el caso de Centroamérica, el aparecimiento de la imprenta jugo un papel importante para la difusión de la cultura y la ciencia, la cual apareció en palabras de Vela (1985) y Montalbán (1931) en 1660. Además, la fundación de la Universidad de San Carlos de Guatemala permitió acumular conocimiento dentro de su recinto, bajo una formación influenciada por el trívium y cuadrivium hasta la reforma educativa promovida por Liendo y Goicochea.

De acá en adelante, el aparecimiento de las bibliotecas, estará relacionado con la función formadora, es decir, vinculada a las instituciones de educación en cualquiera de sus niveles. En tal sentido, el papel de la biblioteca jugo un rol necesario para realizar investigaciones en cualquier ámbito de la ciencia, ya que estuvo desde el siglo XII, vinculada al nacimiento de las universidades.

De la sociedad del conocimiento a la alfabetización informacional y su aplicación a la investigación

Tradicionalmente la biblioteca ha ofrecido servicios de forma presencial, hasta la década del setenta y ochenta del siglo pasado. Llano (1997) explica el sistema de préstamos en un tiempo razonable de entre quince y treinta días, en la cual los lectores podían consultar un material por medio del catálogo de fichas. Hasta aquí, la gestión de la información se basó en organizar los distintos materiales físicos (libros, tesis, diccionarios, revistas), existentes en las bibliotecas.

Esta realidad cambiaria cuando desde la década de los sesenta, la tecnología comenzó a introducirse y se comenzaron a innovar las formas de lectura en lo que se denominó de diferentes maneras: “sociedad del conocimiento”, “sociedad de la información”, “sociedad posindustrial”, “era de la información”, “revolución tecnológica”, etc. Cualquiera de estos nombres dados al nuevo cambio de paradigma en la sociedad, hacía alusión al comienzo de una nueva época, Dizard (1989) expone:

Bell, en particular, coloca el factor de la información al centro de su concepto de la sociedad postindustrial. Observa un cambio sísmico de la economía de la producción de bienes, a una de servicios basados en la información, con profesionales y técnicos reemplazando a los empresarios como la clase social dominante. (p. 3)

Esta nueva caracterización, afectaría todas las facetas de la sociedad, incluyendo las bibliotecas y los servicios ofrecidos por las mismas, en una sociedad inundada de información circulando con mayor fluidez. No en vano el profesor Machlup de la Universidad de Princeton, llamó a esta época, la era de las “industrias del conocimiento”, lo cual abarcaba la educación, los medios informativos y las bibliotecas.

La revolución industrial que había promovido la mecanización de la producción, por medio del invento de máquinas, es decir, el industrialismo, llegaba a su fin y comenzaban otra, cuyo centro era la información. Si la imprenta hizo posible la reproducción de la información a través de libros, la computación la expandió a todo el mundo por medio de un ordenador y el desarrollo del internet. Así Dizard (1989):

Señala que, mientras en la era de la imprenta de Gutenberg el autor se hacía supremo y la maquinaria de la información estaba bajo el control del autor, la era de la computación empieza, en muchas formas, a deshacer este concepto de la información. (p. 9)

Lo expresado anteriormente, cambia el monopolio de la información y lo traslada a otros ámbitos fuera de las bibliotecas. De igual forma, la percepción de la información en un mundo globalizado comienza a verse afectado, de este modo el papel de los bibliotecarios y de las bibliotecas debe sufrir una transformación al adaptarse al uso de las tecnologías de la información a la hora de ofrecer sus servicios.

En palabras de De Gennaro (1993) los principales cambios tecnológicos utilizados por las bibliotecas en Estados Unidos fueron: el uso de microfilmes, catálogos en línea, videotecas, almacenamiento de información en dispositivos, etc. Lo cual promovió un nuevo rol en los encargados de las mismas, así como el acceso en línea de diferentes materiales, que antes solo existían de forma física.

A partir de la década del setenta, se comienza a visualizar cambios importantes en la informática, lo cual aceleró el proceso de la “sociedad del conocimiento”, establecimiento avances importantes en la economía y todo lo que giraba en torno a ella, el sociólogo español Castells (1997) lo describe de la siguiente manera:

Así, cuando en la década de 1970 se constituyó un nuevo paradigma tecnológico organizado en torno a la tecnología de la información, sobre todo en Estados Unidos, fue un segmento especifico de su sociedad, en interacción con la economía global y la geopolítica mundial el que materializo un modo nuevo de producir, comunicar, gestionar y vivir. (p. 35)

Para el autor citado, la llegada de la tecnología ha cambiado las relaciones sociales y productivas de la sociedad, ya que el desarrollo de la computación ha permitido acelerar la productividad y la forma de comunicarse. La información como centro de este cambio, permite generar más conocimiento, con el cual se pueden lograr transformaciones nunca vistas en otra época.

Estos cambios, dieron origen a dos áreas importantes: la economía de la información y la gestión de la información. La primera es una rama de la economía encargada de estudiar los procesos en que se produce, transmite, almacena y se utiliza la información relacionada con los objetivos del crecimiento y la segunda se encargó de cómo se organiza la información, con el objetivo de darle un valor agregado.

Juárez (2015) relaciona la economía de la información con el cambio de paradigma de la productividad. Con el industrialismo se crearon productos para la venta en el mercado, mientras la sociedad del conocimiento promovió la creación de servicios a gran escala utilizando la información producida por la tecnología. De esta forma hubo un cambio en el ciclo del conocimiento, el cual se muestra en la siguiente figura:

Figura 1

Generación del conocimiento

Nota. adaptación con base a Rojas (1998), p. 22. Editorial EUNED.

La figura 1 muestra el cambio que sufrió la generación del conocimiento, producto de la explosión de la información por medio del desarrollo de la tecnología. De ahí la idea de concebir una biblioteca sin paredes, la cual fuera manipulada desde una oficina o lo que se denominó también por algunos futurólogos como Giuliano la sociedad sin papel para el año 2000, quien en opinión de De Gennaro (1993) aludía:

Avanzamos rápida e inevitablemente hacia una sociedad que prescindirá del papel. Los progresos en la ciencia de la computación y en la tecnología de las comunicaciones nos permiten concebir un sistema global en el cual los informes de actividades de desarrollo y de investigación se redactan, publican, distribuyen y usan en forma electrónica. (p. 38)

Lo expresado por el manifiesto de Giuliano, se quedó en palabras nada más, debido a que las bibliotecas siguen existiendo y jugando un rol importante en las universidades. Lo que realmente paso fue la combinación el aparecimiento de servicios en línea, almacenamiento de información en computadoras, digitalización de los materiales bibliográficos, los cuales facilitaron la consulta de los usuarios o investigadores.

Para un experto en el tema, como Díez (2012) lo que ocasionó la sociedad del conocimiento fue: la explosión de la información, desarrollo de tecnologías, cambio organizacional de las instituciones en torno a la sociedad del conocimiento y el aparecimiento de la globalización a nivel planetario. Ello provocó el desarrollo de aparatos tecnológicos, facilitadores de acceso a la información, los datos y el conocimiento.

En relación a lo anterior, surge la siguiente pregunta ¿Cómo influencio la tecnología en un cambio dentro del sistema educativo? Fue en la década de 1990, cuando a consecuencia del desarrollo tecnológico y posteriormente el aparecimiento de Internet, la educación fue adaptando estos avances a los procesos de enseñanza-aprendizaje en todos los niveles. por ende, Escobar y Picardo (2002) plantean:

Estos nuevos paradigmas exigen al docente actual acceder a nuevas herramientas (literacy skills) informáticas e idiomáticas, y sobre todo, a crear nuevas estrategias para acceder a la información pertinente y oportuna, y para comunicarse -en redes- con otros docentes, y así trabajar en nuevos equipos digitales. (p. 113)

Esta nueva etapa en términos educativos, se le conoció como la pedagogía informacional, debido a que priorizaba el uso de las herramientas tecnológicas para desarrollas las clases en todos los niveles. es decir, transformó la forma en cómo se impartía un determinado contenido e implicó el uso de computadoras, correos electrónicos, plataformas virtuales, etc.

La biblioteca como una herramienta dentro de este proceso, comenzó a colocar catálogos en línea, crear las videotecas, adquirir computadoras, el CD ROOM, con la intención de ofrecer servicios innovadores a los usuarios. Hasta se llegó a creer que en un futuro se iba a crear una maquina capaz de almacenar toda la información posible y las bibliotecas iban a desaparecer. Pero, por lo contrario, la consulta en las mismas se mantuvo y se hizo necesario desarrollar una pedagogía para la búsqueda de la información en los catálogos en línea dentro de las bibliotecas.

De lo anterior se podría cuestionar por el aporte en términos pedagógicos de las nuevas herramientas digitales, Picardo (2003) nos ilustra un poco al respecto:

Internet es efectivo pedagógicamente para: hacer que aparezcan nuevas formas de trabajo grupal y asincrónicas, posibilita nuevos vehículos de información más veloces y simultáneos que superan los obstáculos de tiempo y espacio y permite utilizar más y mejores recursos: bases de datos, museos, software, bibliotecas digitales, redes especializadas, multimedia, fotos digitales, revistas electrónicas, buscadores, tutoriales, FTP, Clip-art, Shareware, etc. (p. 83)

Tomando en cuenta, la variedad de elementos con los que cuenta la sociedad del conocimiento y su utilización en el desarrollo educativo de un país, se podría pensar en un avance significativo respecto a las décadas anteriores. Sin embargo, un aspecto a considerar es la capacitación de los docentes en el uso de las nuevas tecnologías, lo que podría terminar y como sucedió en muchas de las sociedades centroamericanas en un analfabetismo tecnológico.

Por lo tanto, los cambios sucedidos en la llamada revolución tecnológica no operaron de forma mecánica en todas las sociedades. Más bien creo la necesidad de capacitarse y adaptarse al nuevo escenario. Ello provoco dentro del mundo académico desarrollado la creación de literatura gris en las universidades, a que nos referimos con esto, pues a aquel proceso mediante el cual la información está creciendo cada día por medio de la investigación (Picardo, 2016). En otras palabras, la producción de conocimiento mediante revistas, libros, monografías, etc., lo cual aumentaba el volumen de la información disponible en internet.

En los últimos diez años, como resultado del avance de las tecnologías, aparece lo que se conoce como alfabetización informacional, es decir, el manejo y escrutinio de la información generada por lo digital, mediante la creación de diversas plataformas y bases de datos, los cuales requieren de aprender a utilizarlos en función del conocimiento. Así pues, la puesta en práctica de la misma requiere de ciertas habilidades para manejarla, entre ellas dos principales:

1) desde el punto de vista de los usuarios en relación con el dominio de las competencias o las habilidades para obtener, evaluar, usar y comunicar la información a través de medios convencionales y electrónicos;

2) desde el punto de vista de las instituciones educativas y documentales, en relación con el servicio y las actividades para lograr la enseñanza-aprendizaje de los conceptos, los procedimientos y las actitudes relativos al acceso y al uso de la información. (Sierra, 2012, p. 16)

Los anteriores elementos, replantean el uso de las tecnologías aplicadas al ámbito de la educación, particularmente el de las bibliotecas y sus nuevas funciones en la sociedad del conocimiento. Esto implica, reeducar a los usuarios-investigadores sobre como accesar a la información disponible en plataformas virtuales. La siguiente figura muestra la página del sistema bibliotecario de la Universidad de El Salvador, para acceder a dichos recursos digitales:

Figura 2

Sistema bibliotecario de la Universidad de El Salvador

Nota. Adaptado de la página web del Sistema Bibliotecario (http://biblioteca.ues.edu.sv)

La creación de estas plataformas, representa un avance sobre el uso de las tecnologías de la información en la biblioteca universitaria, bajo la cual toda la comunidad universitaria puede acceder a miles de documentos. Por ello, Arévalo (2017) hace hincapié en reflexionar sobre la alfabetización informacional, en cuanto a la información, comprensión y valoración de como esta se crea y es capaz de producir nuevos conocimientos en las comunidades de aprendizaje. En la figura 2 se muestra el repositorio institucional de la UES, donde se almacena buena cantidad de información producida por la institución:

Figura 3

Repositorio institucional UES

Nota. Adaptado de la página web del repositorio institucional de la UES (https://ri.ues.edu.sv)

Además, de la creación de sitios donde se encuentre información, es necesario reforzarla con la implementación de otros recursos que ayuden a los usuarios-investigadores a crear una cadena donde se reproduzca la información, Arévalo (2017) menciona las siguientes:

Creación de una identidad digital (ORCID);

Incluir la producción del investigador en repositorios de acceso abierto;

Incluir la producción en redes sociales especializadas, Research Gate, Academia.edu, Scribd, etc. (p. 21)

La creación de perfiles en línea, sitios web de investigadores, son nuevas herramientas con las cuales se puede accesar a documentos y crear redes de información digital. Además, de las bases de datos que se han dedicado a recopilar buena cantidad de información sobre artículos, libros y tesis, facilitando el quehacer académico dentro de las instituciones educativas. La siguiente figura muestra algunas de las bases de datos con que cuenta la UES:

Figura 4

Bases de datos del sistema bibliotecario

Nota. Adaptado de la página web del Sistema Bibliotecario de la UES (https://biblioteca.ues.edu.sv)

La utilización de bases de datos, tomo auge desde principios de siglo, como consecuencia del aparecimiento de internet a mediados de la década de 1995 y cuyo objetivo fue de ofrecer servicios de información, proporcionando miles de documento digitalizados por estas empresas. Ello obligo a las universidades a invertir en recursos en físico y en digital, combinando el servicio ofrecido a los usuarios-investigadores. Por ende, De Arenas (2017) enfatiza:

Hoy en día los ciudadanos deben estar multialfabetizados, es decir, la lectoescritura y las operaciones aritméticas básicas no son suficientes, sino que deben estar alfabetizados en información, en tecnología, en el entorno digital, en medios; sin embargo, la alfabetización informacional es algo más que el acceso a la tecnología o a los recursos electrónicos. (p. 27)

Por lo tanto, la alfabetización informacional requiere estar actualizado constantemente con las tecnologías de la información y la comunicación, la digitalización de la información, obliga a los profesores, estudiantes y bibliotecólogos a estar aprendiendo a utilizar diversas herramientas en función de la investigación y la búsqueda de información, para lograr una alfabetización tecnológica en un mundo lleno de incertidumbres.

Así mismo, habrá que someter la información a criterios de calidad que garanticen una información pertinente en el mundo académico. Entre algunos criterios, en palabras de Voutssás (2017) están los siguientes: accesibilidad, actualidad, completitud, consistencia, certeza, fiabilidad, aplicabilidad, etc., los cuales garanticen una mayor credibilidad para ser utilizados en cualquier tipo de trabajo de investigación. Debe de partirse que no toda la información encontrada en la web es confiable.

Conclusión

Desde tiempos antiguos los seres humanos se preocuparon por almacenar información, primero lo hicieron a través de tablas de arcillas y luego con el papiro desarrollado por los egipcios, con el fin de conservar el pensamiento de la antigüedad. La biblioteca más completa de la antigüedad, fue la de Alejandría en la cual se almacenaba gran cantidad de conocimiento de diversas áreas, tanto de occidente como de oriente, lo cual obligo a tener personas que se encargaran de la organización de la misma.

Las primeras bibliotecas privadas, aparecieron en Grecia y Roma, principalmente creadas por los filósofos de la época, que se dedicaban a enseñar sobre diferentes temas, como: la educación, la política, historia, filosofía, medicina, entre otros. El aparecimiento de la imprenta y el renacimiento cultural, permitieron la expansión de los libros en grandes cantidades. Como consecuencia de ello, llegan las primeras imprentas a América, traídas en un principio por las órdenes religiosas implantadas en el dominio monárquico.

Hasta 1960, la organización de las bibliotecas se mantuvo por medio de catálogos de fichas, ya que los cambios introducidos por lo que se conoció como sociedad postindustrial o sociedad del conocimiento, provoco una revolución tecnológica basada en la generación de información. El desarrollo de la informática, permitió realizar grandes cambios en el mundo académico, las bibliotecas comienzan a crear catálogos en línea de su material bibliográfico, la videoteca, el CD ROOM, bases de datos, mientras en la educación comienzan a visualizarse las primeras herramientas como: el correo electrónico, softwares educativos, plataformas virtuales, etc.

El aparecimiento de la sociedad del conocimiento, implico la masificación de la información en todo el mundo, ello obligo a crear programas de capacitación y alfabetización informacional, tanto en profesores como en el personal de las bibliotecas, por ende, hubo un proceso de reeducación encaminada a la aplicación de las tecnologías de la información y la comunicación. El exceso de la información en la sociedad del conocimiento, ha llevado a los expertos a crear criterios para considerarla de calidad, ya que no todo lo encontrado en la internet es considerado bueno, para ser utilizado en el mundo académico, sobre todo en las investigaciones.

Referencias

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Sobre el autor

Luis Antonio Tobar Quintero

Maestro en Estudios de Cultura Centroamericana, Opción Literatura, Licenciado en Sociología por Facultad Multidisciplinaria de Occidente, Universidad de El Salvador. Actualmente es jefe de la Biblioteca de la referida Facultad.

Financiamiento de la investigación

Con recursos propios.

Declaración de intereses

Declara no tener ningún conflicto de intereses, que puedan haber influido en los resultados obtenidos o las interpretaciones propuestas.

Declaración de consentimiento informado

El estudio se realizó respetando el Código de ética y buenas prácticas editoriales de publicación.

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Copyright© 2024 por Luis Antonio Tobar Quintero.

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